Originario de las estepas de Asía central, posiblemente llegó a Europa con las invasiones de los mongoles.
El ajo es uno de los alimentos más saludables de la dieta mediterránea y el ingrediente estrella en la elaboración de muchos platos.
El ajo se puede incorporar a cualquier momento de la cocción pues no pierde sabor. Debido a su sabor fuerte, ya que está muy concentrado debemos usarlo con precaución, y sobre todo en los platos fríos como el gazpacho, la salsa de yogur, o los aliños para ensaladas, porque su exceso provoca sequedad.
El ajo es uno de los alimentos más saludables de la dieta mediterránea y el ingrediente estrella en la elaboración de muchos platos.
El ajo se puede incorporar a cualquier momento de la cocción pues no pierde sabor. Debido a su sabor fuerte, ya que está muy concentrado debemos usarlo con precaución, y sobre todo en los platos fríos como el gazpacho, la salsa de yogur, o los aliños para ensaladas, porque su exceso provoca sequedad.
Sustituye perfectamente al ajo fresco y su uso es por tanto el mismo. Pero tomado con precaución, porque una cantidad muy pequeña (similar a una lenteja) equivale a un diente de ajo. Esto es debido a su proceso de secado, que contiene todos los aceites concentrando así su sabor.
Se usa en:
Guisos, salsa, adobos, legumbres, verduras, cereales, carnes y pescados.
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